En Europa se ha comenzado a popularizan una nueva tecnología que seguramente suplantará al tradicional código de barras, su nombre es RFID.
Ya son un 38% de las compañías en el viejo continente que la están utilizando, estos códigos o microprocesadores inteligentes permiten una mayor cantidad de opción a los usuarios, como claro ejemplo está el aviso de la fecha de caducidad de productos perecederos, o comunicación directa entre proveedor y producto.
Imagínate quedarte sin leche y que la nevera avise al súper mercado que es hora de resurtirte. Una de cad dos empresas a las que se les está presentando el sistema están decidiendo adquirirlo y dejar de usar el antiguo código de barras.
En el terreno no de consumidor final sino de empresa la migración se debe a que el RFID ayuda a reducir costos, realizar inventarios además de ser pelea directa en contra de la piratería de cualquier tipo de productos.
Me suena a que en países como el nuestro así serán sus primeras aplicaciones y al consumidor final en mucho, pero mucho tiempo.
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